La fuerza femenina.
La loba es uno de los animales espirituales más interesantes y prueba de ello es su simbolismo y significado en diferentes culturas. Es un animal muy especial con una energía muy potente de la que en momentos de nuestra nos podemos beneficiar manifestándola.
Cuando la loba se nos manifiesta es porque necesitamos una guía espiritual que nos acompañe a transitar un cambios relacionados con la profundidad de la vida y nuestro yo interno. Aparece para aportarnos astucia, sabiduría interior, confianza y seguridad en una misma. También está muy relacionada con la libertad y suele acompañar a personas reprimidas o que necesitan ayuda para equilibrar la dicha libertad.
La loba tiene un gran sentido de la familia y la unidad de la manada pero sin llegar a perder su propia individualidad, que es la que la convierte en líder y matriarca. Su energía nos ayuda a encontrar el equilibrio entre las responsabilidades y a trabajar en nuestra propia identidad personal.
Toda mujer lleva una loba dentro. Tras el éxito del libro Mujeres que corren con lobos, de Clarissa Pinkola, se ha consagrado el arquetipo de la loba. Esta obra nos habla de que toda mujer lleva dentro de ella un espíritu salvaje, el de la loba. Ese animal femenino es feroz, se protege de los depredadores y se sobrepone a la falta de experiencia o la ingenuidad. La loba (y la mujer) tiene una fuerza en su interior que puede sacarla cuando lo desea, incluso si ha estado dormida por un tiempo.
La loba es creativa, apasionada, instintiva, sabia y no permite que otros le digan qué camino tomar. Ella sabe ser matriarca en su manada, sabe guiar a los suyos. Es capaz de convertirse en líder de los demás, sin temor y sin complejos. Aprende de las experiencias y sabe cuidarse sola.
Una loba no acepta el dominio de otros sobre su cuerpo. Baila sola o acompañada, si ella lo elige. Abraza y sostiene. Es alegre y está conectada con sus instintos y sus deseos. Una loba no permite que nadie le diga qué hacer, como actuar, ni mucho menos, que nadie dictamine sobre su cuerpo y su libertad.
La loba actúa y gestiona su vida con libertad, sin estar “domesticada”. Es salvaje cuando ama y cuando lucha. No tiene miedo porque conoce su fortaleza y sabe que el sufrimiento es parte de la vida. La loba baila cada luna llena. Todas tenemos una loba dentro y cuando mires al cielo y veas una gran luna, recuerda que tú también la tienes en ti, solo tienes que despertarla.
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