Creer y crear
El juego de la Ouija se inventó a finales del siglo XIX. Existen varias versiones respecto a su creación y nombre, una de ellas afirma que los inventores del juego, preguntaron a los espíritus su nombre y estos les indicaron “ouija”, que venía del egipcio antiguo y significa buena suerte.
Durante la segunda mitad del siglo XIX se vivió el auge de las artes oscuras u ocultismo entre las clases adineradas y que más tarde se popularizó convirtiéndose en un fenómeno de masas. Se introdujeron las prácticas espiritistas y la Ouija ocupó muchas mesas de cafés, tratando de abrir un portal para comunicarse con el más allá y contactar con seres queridos.
Fue Elijah Bond, un veterano de guerra, quien la patentó en 1847 como un juego de mesa. Tras varios propietarios de dicha patente, a día de hoy pertenece a la conocida multinacional Hasbro, la cual posee también los conocidos juegos de mesa Monopoly, Hundir la flota, Twister o los muñecos Transformers.
Hace unos años surgió una polémica al crear una versión del conocido tablero para “niñas”. Esta fue catalogada de sexista y peligrosa, por ser diseñada completamente en rosa y bajo la recomendación de ser usada por niñas a partir de 8 años. En España no se comercializa pero si se puede encontrar en la web estadounidense de Hasbro.
La Ouija también tuvo sus detractoras entre las médiums. Afirmaban que la práctica de este “juego” podía ser peligrosa pero se sospecha que lo que realmente temían era los ingresos que podían perder si la gente decidía consultar con la tabla en lugar de acudir a ellas.
No se ha demostrado que la Ouija funcione con el objetivo que se inventó, pero sí que se mueve su péndulo. Unas apuntan al más allá, otras al subconsciente. Fue el famoso psiquiatra Carl Gustav Jung, quien introdujo la hipótesis ideomotora, planteando que las pulsiones inconscientes sirven para que el subconsciente se manifieste y que nos autoengaños para que parezca que son los espíritus pero somos nosotras mismas. Una especie de instrumento terapéutico.
A lo largo de su historia, existen varios sucesos catastróficos que se asocian a la práctica de este “juego” y son muchas las detractoras que advierten de los peligros de estas prácticas.
Cuando perdemos a un ser querido, podemos sentir la necesidad de volver a hablar con esa persona, pero es importante recordar que de una manera u otra, siempre los tenemos cerca. Son lo que algunas llaman ángeles de la guarda, guías o estrellas que nos acompañan e iluminan nuestro camino.
Independientemente de la corriente que se quiera creer o seguir, es importante saber que al final, la respuesta siempre reside dentro de nosotras. Tu siempre vas a tener el control y el poder en tu vida, créelo y créalo.
Por precaución, recomendamos NO practicar la Ouija bajo ninguna circunstancia.
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